Promover integralmente, según el espíritu del Evangelio, con el corazón de Don Bosco, al joven trabajador, para que sea, con su testimonio y su trabajo, promotor de una sociedad justa.

San Juan Bosco fue un educador excepcional. Su inteligencia aguda, su sentido común y su profunda espiritualidad le llevaron a crear un sistema de educación capaz de desarrollar la persona en su totalidad -cuerpo, corazón, mente y espíritu-. Valora en su justo punto el crecimiento y en la libertad mientras coloca al joven en el centro mismo de toda la empresa educativa.

A fin de distinguir su método del sistema educativo de represión vigente en Italia en el siglo XIX, dio a su nuevo método el nombre de sistema «preventivo» -porque busca la manera de prevenir la necesidad de las dificultades, de la persona en asumir su responsabilidad-, poniendo al joven en un entorno en el cual se ve capaz de ser lo mejor que uno puede ser. Es una manera agradable, amable e integral de abordar la educación.

Crea un clima capaz de hacer salir de dentro, lo mejor de cada uno, que le predispone a mostrarse claramente tal como es, que ayuda al joven en la adquisición de hábitos que le permitirán optar por todo lo que en la vida es bueno, saludable, alegre y prometedor.

Nosotros como centro educativo, nos situamos tras las huellas de Don Bosco, el cual «No dio un paso, ni pronunció palabra ni acometió empresa que no tuviera por objeto la salvación de la juventud. Lo único que realmente le interesó fueron los jóvenes» (Carta de Don Rua 1893).

Pido a Dios y deseo que este esbozo, que les presentamos, de nuestra propuesta educativa sea útil en «Talleres Don Bosco» para que todos sintiéndonos en casa, encontremos un lugar donde podamos hacer una verdadera experiencia «Educativa».