Talleres Don Bosco nos reúne en una oportunidad que no se agota en su instancia laboral o educativa. Se abre a una experiencia donde nuestra vida y la de los jóvenes que participan de ella, se enriquece y dinamiza, incentivando el desarrollo de todas las potencialidades que nuestra vida y vocación reciben de Dios.
Se transforma en experiencia comunitaria y familiar donde la vida se comparte; se trabaja y estudia; donde las relaciones humanas se edifican y construyen; donde se enseña y aprende del encuentro con el Dios de la vida.
Como Don Bosco, también nosotros, comprometidos en la acción evangelizadora de la Iglesia en el mundo, ofrecemos a los jóvenes que se preparan para el mundo del trabajo, una propuesta que es “casa”, “escuela”, “parroquia” y “patio”. Así los acompañamos y ayudamos a desarrollarse durante un tiempo de vida privilegiado: la adolescencia y juventud.
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